5 Razones por las que el uso de la tecnología digital es una buena herramienta pedagógica
Hablar de tecnología digital en este contexto puede sonar algo trillado y repetitivo: la pandemia nos ha obligado a usarla de forma intensiva, así hayamos sido fans de su uso en el aula o no, previamente.
En este corto artículo quiero comentarles porqué usar tecnología puede ser una potente herramienta pedagógica, siempre que la usemos bien; es decir, hayamos logrado integrarla a nuestra práctica educativa más allá de la mera sustitución (primera etapa de la integración tecnológica a la práctica docente según el modelo SAMR, de el Dr. Rubén Puentedura).
Estas 5 razones, que podrían ser más, son:
Brinda nuevos escenarios de interacción entre el maestro y sus estudiantes: Maestro y estudiantes cuentan ahora con documentos compartidos, mediante los cuales se pueden dejar comentarios, o incluso chatear; cuentan también con un aula virtual, y dentro de la misma con espacios para comunicarse y hacer consultas; además, muchas herramientas tecnológicas hoy, consideran importante generar espacios de comunicación o colaboración dentro de su propio servicio, lo que amplia aún más las posibilidades de interacción.
La labor docente se puede realizar con mayor eficiencia: Tener la posibilidad de usar plantillas, trabajar en la nube, colaborar con colegas, recibir retroalimentación inmediata, contar con medios de comunicación ágiles, entre otras; son funciones que permiten ser más eficientes. Evidentemente, para que esta eficiencia sea efectiva, todas las personas que laboran en equipo deben estar en sintonía, empleando las mismas herramientas tecnológicas dentro del entorno elegido por los líderes educativos de la institución.
Los estudiantes se motivan e inspiran más para aprender: Usar tecnología digital en el aula no es garantía de que una clase sea entretenida. Como decía algún maestro: “Usar Kahoot todos los días, en algunos días, deja de ser divertido”. No se trata de herramientas, Kahoot es una excelente aplicación pero depende del diseño de la sesión, de aquello que se aborda y cómo se aborda. Si la sesión está bien diseñada, y la tecnología digital es un potente aliado para lograr los objetivos, los estudiantes sacarán el mayor partido de su uso. No es lo mismo usar Flipgrid para leer un párrafo de algún libro que para dar una opinión sobre lo que más gustó o no del mismo, y porqué. Ustedes me entienden.
Evaluar y calificar el trabajo de los estudiantes se convierten en actividades eficientes y personalizadas: La evaluación y la calificación representan actividades históricamente problemáticas para los maestros. Poder verificar que un estudiante está aprendiendo y determinar el nivel de logro de dicho aprendizaje no es tarea simple, y seguro serán problemas que nos acompañen toda la vida. Sin embargo, la tecnología permite acompañar y retroalimentar, de forma más simple, el trabajo de los estudiantes. Brindar observaciones por vídeo o voz, son solo algunas de las formas diversas e interesantes y motivadoras que podemos emplear para guiar el trabajo. El profesor lo puede hacer mucho más rápido, individualizar el desempeño, mantener un diálogo positivo con sus alumnos mientras mejoran sus productos -además de humanizar la actividad, a pesar de la tecnología-. Quizás este escenario sea el más difícil de lograr, pero dentro de las comunidades educativas, muchos maestros lo están tomando muy en serio: en lugar de brindar una calificación a un producto (según. su calidad), y dar al estudiante una calificación definitiva; ahora mantienen un diálogo constante a través de los trabajos y acompañan el proceso de mejora completo, dándole al estudiante la auténtica posibilidad de mejorar.
Con la metodología adecuada, los estudiantes pueden aprender más durante las horas de clase: El uso de la tecnología digital brinda las condiciones ideales para las pedagogías emergentes: el ABP, el flipped learning, el blended learning, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje entre pares, entre otros; se pueden servir de la tecnología digital para hacer más ágiles, dinámicos y eficientes sus procesos. Como bien sabemos, estas estrategias permiten que las horas de clase estén dedicadas a lo más importante en el proceso de aprendizaje. Como dice mi buen amigo, el Dr. Raúl Santiago: “…el profesor está con el alumno, cuando el alumno realmente lo necesita”. Esa enorme oportunidad, la podemos obtener eligiendo la estrategia adecuada, según su pertinencia, y haciendo un buen uso de la tecnología digital. Así, todo lo significativo para el aprendizaje, ocurrirá en el aula.
Estoy seguro que la lista de estas 5 razones podría ser más larga, pero empiezo con las que identifico como las más importantes.
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¡Nos vemos!