🧑🏽‍🏫 Google Classroom: Una Década de Transformación en la Educación

“La sencillez de Google Classroom no solo la hizo accesible, sino también imprescindible para millones de maestros y estudiantes en todo el mundo.”

Imagen creada con ChatGPT

A lo largo de estos primeros 10 años de existencia de Google Classroom, debo mencionar que no ha dejado de ser mi plataforma de gestión de aprendizaje principal. Incluso, he llegado a sugerir su uso en instituciones educativas donde aún no se emplea, resaltando sus virtudes.

Pero, ¿qué es lo que hace tan destacable, en mi opinión, a esta aplicación educativa? Siendo sinceros, sus funcionalidades iniciales eran bastante limitadas, especialmente en comparación con otras aplicaciones ya disponibles en el mercado. Sin embargo, desde mi punto de vista, el secreto de su éxito radica precisamente ahí: tiene pocas funciones, pero lo poco que ofrece es suficiente y lo hace muy bien. Mientras que la lectura del “mercado educativo” por parte de sus competidores los inclinaba a crear herramientas llenas de botones, funcionalidades sorprendentes y decenas de vericuetos, Google Classroom siempre se mantuvo simple. Su interfaz contaba con un solo botón, que luego se convirtió en tres, y hoy en día son cuatro; no más. ¿Y qué se gana con una aparente falta de funcionalidades? Pues, más personas la quieren usar debido a su sencillez, y su curva de aprendizaje no es un camino empinado hacia los Himalayas, sino una línea apenas sinuosa. A más sencillez, más usuarios; este parece haber sido el mantra del equipo de Google for Education.

Además de ese posible mantra, la experiencia de los usuarios de Classroom (cuyo nombre fue copiado por Microsoft y Apple en sus inicios) es muy similar desde cualquier dispositivo o plataforma, lo que permite la tan anhelada equidad de acceso por parte de maestros y estudiantes. Siempre que cuenten con acceso a Internet, maestros y estudiantes pueden hacer lo mismo usando Classroom desde cualquier dispositivo. Esto, por sí solo, ya es un logro enorme. Aún recuerdo las experiencias en la plataforma educativa de la universidad donde estudié mi maestría en tecnología educativa: cómo diversos docentes se enredaban al explicar a los alumnos cómo navegar de un punto a otro dentro de la misma, y la nefasta experiencia de usarla desde el móvil. Aunque hay varios factores a considerar además de la experiencia de usuario, el UX basado en la empatía parece ser algo que han entendido muy bien en Google.

Hoy, Google Classroom tiene más funciones y algunos botones adicionales; sin embargo, han aumentado las funcionalidades de forma progresiva, sin alterar su mantra, escuchando a los maestros y atendiendo sus necesidades. Ayer, por ejemplo, me sorprendió descubrir que ya se pueden formar grupos para planificar proyectos o actividades diferenciadas, además de haberse añadido recientemente un sistema de calificación mejorado para escalas cuantitativas y cualitativas. Aunque este sistema aún es mejorable, están caminando en la dirección correcta.

En estos 10 años con Google Classroom, he sido testigo de cómo una propuesta simple y minimalista se ha convertido en una de las aplicaciones más usadas a nivel mundial. Un logro increíble, digno de aplaudir, que espero anime a sus desarrolladores a seguir el mismo rumbo. Cada vez más maestros se forman y desarrollan su competencia digital, y sus estudiantes lo hacen al mismo tiempo; este impulso hace que plataformas como Classroom también deban evolucionar para responder a las nuevas necesidades. Por ejemplo, veo con agrado cómo se van incorporando módulos de IA, que seguramente representarán un cambio significativo en la educación en el futuro.

¿Es todo tan positivo y prometedor? Bueno, si tuviera que señalar un inconveniente, estaría relacionado con la política de licencias de Google for Education. Originalmente, se dijo que sería gratuito para siempre, pero ya no lo es completamente. Aunque la versión gratuita sigue existiendo, han creado una versión de pago donde se concentran todas las novedades, mientras que la versión gratuita parece haberse quedado estancada en el tiempo. Entiendo perfectamente que Google, o Alphabet, es un negocio y que sus productos no serían sostenibles, y menos escalables, si fueran gratuitos al 100%. Este cambio no sorprende; es estratégico y permite que el negocio sobreviva. En resumen, lo entiendo. Afortunadamente, esta decisión no afecta la buena experiencia del usuario al interactuar con la aplicación en cualquiera de sus versiones: fácil de usar, completa, multidispositivo y multiplataforma.

En estos 10 años de recorrido, solo me queda agradecer al equipo de desarrolladores y líderes de Google Classroom por habernos regalado una herramienta tan potente y útil a los maestros. Siempre estaré agradecido por ello y, por ahora, seguiré usando Google Classroom en todas mis clases, con la misma emoción del primer día.

Este breve artículo es mi homenaje a esta maravillosa aplicación educativa: ¡Felices 10 años, Google Classroom!


Espero que este artículo haya resultado útil para ti, y si deseas seguir conversando sobre el tema, no dudes en escribirme.

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¡Hasta pronto!


Alberto Grados Mitteenn

CEO de EdTech Latam | Podcast educativo: “Después de Clase Podcast” | Magister en Tecnología Educativa | Temas: innovación educativa, competencias digitales, ciudadanía digital, metodologías activas y podcasting.

https://bio.site/albertogradosm
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