💡 Transformando la Educación: Enfoque Holístico en el Diseño de Sesiones 🌟
"El aprendizaje no es un evento, es un proceso. Para diseñar experiencias de aprendizaje efectivas, debemos entender no solo lo que los estudiantes deben saber, sino también cómo aprenden y qué los motiva"
Julie Dirksen
Este breve artículo, lo escribo debido a que el libro "Design for How People Learn" de Julie Dirksen, es un texto al que regreso con frecuencia, cada vez que indago sobre diseño instruccional e inclusión (en sentido amplio: dar las mismas oportunidades de éxito a todos los estudiantes).
En el mundo de la educación, a menudo se comete el error de enfocarse únicamente en lo cognitivo: que los alumnos "sepan más". Sin embargo, el aprendizaje es mucho más que la adquisición de conocimiento. Julie Dirksen, en su libro, destaca la importancia de considerar todas las dimensiones del ser humano en el diseño de sesiones de aprendizaje. Este enfoque no solo mejora la experiencia educativa, sino que también potencia el desarrollo integral de los estudiantes.
SE TRATA DE COMPRENDER A NUESTROS ESTUDIANTES
Antes de diseñar cualquier sesión, es esencial conocer a nuestros estudiantes. ¿Quiénes son? ¿Qué desean lograr? ¿Cuál es su nivel actual de habilidades? Comprender a nuestros alumnos nos permite crear experiencias de aprendizaje que realmente resuenen en ellos y respondan a sus necesidades. Suena trillado y quizás complejo; pero para lograrlo, al inicio, no hace falta recurrir a pruebas diagnósticas complejas: basta con escucharlos.
Los estudiantes aman tener la oportunidad de participar, de ser escuchados, de contar sus intereses y experiencias. Si dispones de poco tiempo, recurre a herramientas digitales que permitan que todos participen en poco tiempo. Las herramientas de IA con las que contamos hoy, incluso pueden ayudarnos a identificar tendencias o patrones en pocos minutos. ¡Atrévete a probarlas!
LAS CINCO BRECHAS DEL APRENDIZAJE
Dirksen identifica cinco brechas clave que deben considerarse en el diseño de experiencias de aprendizaje:
Conocimiento: No se trata solo de saber más, sino de comprender profundamente los conceptos. Ejemplo: En una clase de matemáticas, no basta con que los estudiantes memoricen fórmulas; deben entender cómo y cuándo aplicarlas a problemas reales.
Habilidades: Los estudiantes necesitan desarrollar habilidades prácticas que puedan aplicar en contextos reales. Ejemplo: En una clase de ciencias, los estudiantes podrían aprender a diseñar y realizar experimentos (no replicar lo que el maestro hace), desarrollando así habilidades de investigación y análisis crítico.
Motivación: Sin motivación, el aprendizaje no ocurre. Es vital conectar con los intereses y aspiraciones de los alumnos. Ejemplo: En una clase de historia, se podría motivar a los estudiantes a investigar sobre eventos históricos relevantes para su cultura o intereses personales, que conecten el pasado con el presente, creando un proyecto multimedia.
Hábitos: Establecer hábitos de estudio efectivos es crucial para el aprendizaje a largo plazo. Ejemplo: En una clase de literatura, se podrían enseñar técnicas de lectura crítica y análisis, alentando a los estudiantes a desarrollar hábitos de lectura diarios.
Ambiente de Aprendizaje: Un entorno de aprendizaje adecuado facilita la concentración y el compromiso. Ejemplo: Crear un espacio de aprendizaje acogedor en el aula, con zonas de trabajo colaborativo y recursos accesibles, puede mejorar significativamente la experiencia educativa.
Debemos desterrar la vieja idea de que el diseño solo contempla que el alumno debe "saber más"; nuestra multidimensionalidad es un factor crucial para un diseño realmente inclusivo.
EL APRENDIZAJE ES COMO UN VIAJE
El proceso de aprendizaje es un viaje, y como en todo viaje, es importante tener un mapa claro. Este mapa debe incluir no solo los objetivos de conocimiento, sino también el desarrollo de habilidades, la motivación, la formación de hábitos y la creación de un ambiente de aprendizaje propicio.
El viajero, el estudiante, debe vivir una experiencia completa; en la que al final no solo pueda responder qué aprendió; sino también cómo lo hizo y para qué.
Considerar los elementos que propone el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), por ejemplo, es un buen insumo para lograr este objetivo; y la tecnología digital, un aliado imprescindible -desde mi punto de vista- en estos tiempos.
PROPUESTAS PRÁCTICAS PARA DOCENTES
Aquí les comparto algunas propuestas prácticas para integrar este enfoque multidimensional en sus sesiones de aprendizaje:
Evaluaciones diagnósticas o, simplemente, diagnósticos: Realiza evaluaciones al inicio para entender el punto de partida de los estudiantes. Si no hay tiempo para elaborarlas, o resulta complicado su diseño, basta con hacer preguntas a los estudiantes para conocerlos más. El esfuerzo por saber quiénes son y qué les interesa, vale la pena; incluso más que cuánto saben de un determinado tópico; porque esto se puede descubrir en el camino.
Metodologías activas: Implementa metodologías como el aprendizaje basado en proyectos o el aprendizaje colaborativo para desarrollar habilidades prácticas. Como mencioné líneas arriba: los estudiantes quieren participar. Romper con la idea de: "no hago trabajos en equipo porque hacen mucha bulla y desorden"; son solo muestra de que hay que formarse y aprender más sobre estrategias de cooperación y colaboración. Apóyate en tus colegas que tiene éxito en este aspecto; esa es la primera y mejor fuente para aprender y atrevernos a innovar en el aula.
Motivación intrínseca: Utiliza técnicas que fomenten la motivación intrínseca, como la gamificación y la conexión con intereses personales. Anima a tus estudiantes empleando dinámicas propias de los juegos. ¿A quién no le gusta jugar? Imagina lo que pueden sentir tus estudiantes, si a tu buena clase le sumas minijuegos educativos, aventuras narrativas, retos semanales, desafíos y misiones, o sistemas de vida; te aseguro que estarán muy contentos con los cambios. No tiene que ser todo a la vez, estos añadidos pueden ser progresivos.
Formación de hábitos: Enseña técnicas de estudio y gestión del tiempo. Puede parecer menor, pero enseñar a ser ordenados, a distribuir mejor las actividades en el tiempo es muy importante. Les cuento que tengo personas adultas a las que asesoro en temas de productividad personal; y es que aquí hay una brecha que debe ir mucho más allá del ensayo-error. Además, es importante que los alumnos aprendan cómo aprenden, en sentido amplio; es decir, no solo a nivel metacognitivo; también deben intervenir aquí la voluntad y el interés por aprender.
Ambiente de aprendizaje: Crea un entorno físico y digital que favorezca la concentración y la interacción. ¡No todo debe ser en el aula, u organizado por filas! Atrévete a desafiar las estructuras clásicas con las que aprendiste. Por ejemplo, si van a leer, sácalos del aula; que vayan a un jardín, o a la biblioteca; que se echen en el grass o se apoyen en un árbol; qué se sientan cómodos. ¿Te has preguntado por qué tantos alumnos de hoy odian la lectura? Sabes, es un tema generacional, pero con las prácticas que hemos impuesto en las escuelas, a veces, contribuimos a que esta brecha sea aún más grande.
CONCLUSIÓN
El aprendizaje no es solo una cuestión de saber más. Es un proceso complejo y multidimensional que requiere un enfoque holístico. Al diseñar sesiones de aprendizaje que consideren todas las dimensiones del ser humano, podemos ofrecer a nuestros estudiantes una educación más completa y significativa. Este es mi sueño, y espero que este breve artículo, inspirado en el libro de Julie Dirksen, te anime a seguir indagando por este camino.
¡Vamos a seguir transformando nuestra educación! 💪🏽
Espero que este artículo haya resultado útil para ti, y si deseas seguir conversando sobre el tema, no dudes en escribirme.
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¡Hasta pronto!