¿Google o Microsoft? ¿Cuál deberíamos elegir en educación?
Una disyuntiva que, más allá de estrategias de mercado de ambas empresas, resulta pertinente que se hagan los líderes educativos, las personas que toman las decisiones importantes que determinan los objetivos y el futuro de las instituciones educativas.
Es común ver en colegios y universidades tecnologías incompatibles, que superponen funcionalidades, con limitaciones no contempladas, subutilizadas, obsoletas, con impagables costos ocultos, sin posibilidad de actualización, con malo o nulo soporte local, entre otros. Y estos problemas los vemos tanto en software como en hardware, en todos los niveles educativos. No es momento de señalar responsables, es tiempo de proponer soluciones.
En principio, las únicas 2 empresas de tecnología, que cuentan con suites educativas completas, en Latinoamérica, son: Google y Microsoft. Ambas han apostado por proponer la nube como el escenario ideal para montar todo su ecosistema educativo, de manera acertada, desde mi punto de vista, pues es hacia allá que están migrando todos los ecosistemas digitales que se emplean en el mundo laboral. Ahora, es justo mencionar que Google lleva la delantera en este aspecto, y que su ecosistema educativo -Google Workspace for Education- es usado por la gran mayoría de escuelas en el mundo, así como también el alto grado de penetración de mercado de sus dispositivos para creación de contenido digital, similares a las laptops: los chromebooks.
Sin embargo, debido a este éxito, y a decisiones propias seguramente, Microsoft dio un giro en su propuesta educativa y ha desarrollado un ecosistema paralelo, muy similar, llamado: Microsoft 365 for Education.
Así como la propuesta de Google gira en torno a su aplicación educativa central, Google Classroom; la propuesta educativa de Microsoft lo hace en torno a Microsoft Teams; una excelente aplicación que va más allá de solo ser un aula virtual, es un hub para gestionar la información, la comunicación y el trabajo en equipo de los estudiantes, pero también de los equipos docentes, administrativos, de líderes educativos, etc. Aquí, siendo absolutamente honesto, creo que Microsoft anotó un “gol de media cancha”, porque Teams es una aplicación súper completa; pero -siempre hay un “pero”-, la curva de aprendizaje es mayor que la de Classroom y ese punto, en educación, se debe considerar, y mucho. Aunque debo añadir en su defensa de Microsoft que a nivel estético están mejorando mucho la experiencia de usuario lo que abona en favor de la percepción sobre la facilidad de uso de sus aplicaciones.
Ahora, un gran problema de Teams, el más grave para mí, es que muchas personas creen que es solo una aplicación para videollamadas, y esto ocurre porque no han sabido diferenciar el nombre de la excelente aplicación para crear aulas y gestionar equipos, con su funcionalidad para hacer videollamadas: craso error.
Ahora, regresando al aula, lo cierto es que ambas suites educativas son suficiente para que profesores y estudiantes puedan interactuar y dinamizar procesos, en formato digital; y que no tienen competidores reales en Latinoamérica -mientras no entre Apple Education al mercado-; entonces: ¿por cuál de las 2 decantarnos? ¿Cuál de las 2 me conviene elegir?
La respuesta no es simple, pues a pesar de que ambas suites ofrecen servicios similares, hay detalles que pueden hacer la diferencia como que Google es más usada que Microsoft en educación, pero ocurre lo contrario en el mundo laboral; o que la suite de Microsoft de pago incluye las versiones descargables de sus aplicaciones, cosa que Google no tiene; o que Google tiene mucho más tiempo operando con su ofimática en la nube que Microsoft, lo que hace que, por ejemplo, Google Docs funcione bastante mejor que Microsoft Word Online, por ahora; también podríamos mencionar que Microsoft Teams es una aplicación mucho más completa que Google Classroom, y que a cambio, Google a apostado por usar 3 aplicaciones para competir con su rival: Classroom, Meet y Chat, siendo esta última una App que pretende parecerse más a la parte de Teams dedicada a los equipos de trabajo, pero que está muy, pero muy lejos de su rival; y así: detalles. Desde lo que cada institución planifica a futuro, los detalles podrían hacer que la balanza se incline a un lado o al otro.
Pero, hay un problema real, la gran mayoría de instituciones educativas cuenta con ambos servicios, con ambos ecosistemas. ¿Y eso por qué es un problema? Bueno, cuando no hay un plan o no se ha tomado una decisión orientada a la innovación o a la digitalización, en este aspecto, ocurre que todo lo que se crea discurre en ambos mundos; en buen cristiano: se crean documentos en MS Word, presentaciones en Google Slides, formularios en Google Forms, las cuentas de correo son Google, los archivos se descargan y se envían como adjuntos en correos, parte de la información se almacena en la nube y parte en las PCs de diferentes colaboradores, la comunicación formal se realiza por WhatsApp y así. Un sinnúmero de malas prácticas que llevan a que ni la información ni la comunicación estén seguras, por los distintos lugares de almacenamiento, diferentes propietarios, etc.; y menos a que se entienda la importancia de elegir como base uno de los 2 ecosistemas para poder controlar procesos y flujos; sin mencionar las enormes consecuencias de estas malas prácticas a nivel de eficiencia y productividad.
¿Solo con las aplicaciones de Google se puede gestionar una institución educativa, todos los proyectos de aprendizaje y diseñar las sesiones? La respuesta es simple: Sí. Y lo mismo ocurre con las aplicaciones educativas de Microsoft. El tema es que se aproveche lo que se tiene y se apueste por ello. Si mi institución educativa cuenta con Google, pues lo ideal es que todo aquello que se cree, en formato digital, se haga con las aplicaciones de Google, y se aloje la información en Drive; en el caso de Microsoft pues ocurre lo mismo, con la única salvedad de que la información se debería guardar en OneDrive, además de ser necesario aprender cómo funcionan las versiones online de sus aplicaciones (MS Word Online, MS Power Point Online, MS Excel Online, etc.), un hecho que muchos de sus usuarios desconocen a pesar de tener acceso a estas aplicaciones y contar con licencias de pago de Microsoft.
Ambos ecosistemas son los suficientemente potente como para dar seguridad total a quienes gestionan las organizaciones, siempre que cuenten con un plan y asesoría especializada que les permita lograr la anhelada digitalización de forma adecuada.
¿Cuál recomiendo? Cualquiera, con una ligera orientación hacia Google, por la experiencia aquilatada en el mundo educativo; pero debo ser honesto y decir que Microsoft ha sabido acortar la brecha, y hoy cuenta con un ecosistema educativo completo.
Siempre sincero, y pensando en lo mejor para nuestra educación: ambas son tecnologías que permiten un acceso limitado pero más o menos completo en su versión gratuita, además de que ambas apuestan por ofrecer una mirada al futuro. Hoy, trabajar de forma cooperativa en la nube, poder hacer una videollamada, poder gestionar el correo, un calendario y las tareas, tomar apuntes digitales, crear un portafolio digital, etc.; son habilidades esenciales para el mundo que nos espera: Google y Microsoft ofrecen la tecnología para alcanzarlas; es solo una cuestión de decisión y generar un plan de implementación a mediano o largo plazo.
Más adelante, las preocupaciones pasarán por el intercambio de conocimientos y experiencias usando tecnología con fines educativos; formar a los maestros en el diseño de sesiones con tecnología, aprender a trabajar bajo el modelo 1:1 (un dispositivo por estudiante); formar a la comunidad educativa en ciudadanía digital; y preocuparse un poco diversificar las estrategias de enseñanza y aprendizaje potenciadas por la tecnología. Es decir, preocupaciones más de fondo que de forma.
Como se dice en el argot futbolero: “la pelota está en su cancha”.
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¡Hasta la próxima!
¡Chau!