La importancia de profesionalizar la gestión de proyectos en educación
“La mayoría de los proyectos complejos fracasan porque [los directivos] olvidaron las cosas más simples, no porque no pudieran lidiar con la complejidad”
K. Kogon, S. Blakemore & J. Wood
Todas las instituciones educativas tienen necesidades de mejora: debido a problemas identificados, a una exigencia del mercado, o simplemente porque la mejora continua es parte de su cultura. Aquí caben algunas preguntas: ¿Qué hacer para mejorar? ¿Cómo identificar los problemas? ¿Cómo plantear objetivos? ¿Se cuenta con algunas hipótesis? ¿Se sigue trabajando con planes estratégicos como guía? ¿Se plantean KPIs u OKRs? ¿Se planifica en función a outputs o a outcomes? ¿Se diseñan indicadores clave para medir el desempeño de las variables elegidas para dar seguimiento a la evolución de los proyectos?; y así podríamos llenar de preguntas este artículo, sobre cuestiones relacionadas a la gestión de proyectos de cualquier índole, incluso de los proyectos de innovación educativa.
Desde hace unos años dirijo una empresa (EdTech Latam) dedicada brindar consultoría y acompañamiento a instituciones educativas en innovación y transformación digital; casi siempre trabajando por proyectos, lo que me ha permitido ver de cerca cuan poco se conoce sobre el tema, a pesar de su relevancia. Más allá de los objetivos, los deadlines y los responsables, que son elementos evidentes de una planificación por proyectos; preocupa la falta de articulación de los nuevos proyectos con el proyecto educativo institucional (PEI), y la falta de claridad para hacer una correcta medición del progreso e identificación de desviaciones; hecho que tampoco permite la sostenibilidad y escalabilidad de las soluciones planteadas.
¿Qué recomendación le daría a los líderes educativos que quieren mejorar la gestión de los proyectos de sus equipos?
Cuando menciono “líderes educativos”, me refiero no solo a los directivos, sino también a los coordinadores académicos de nivel, de grado o de área; a todos aquellos que tengan a cargo un equipo. Bueno, en principio, les recomendaría leer sobre OKRs (Objectives and Key Results), y podrían empezar por el libro de su creador, John Doerr: “Mide lo que importa”, que es un texto con algunas imprecisiones, pero es ideal para iniciar en el mundo de la gestión ágil de proyectosl. Luego, es posible conseguir formación en línea de especialistas reputados en el tema, para profundizar. Lo que sigue es practicar mucho, porque la elaboración correcta de OKRs es una carrera de largo aliento. Más adelante se puede optar por talleres o formación académica de posgrado; pero, no es necesario complicar el camino desde el principio. Aprender a plantear objetivos, identificar metas y ser capaz de medir los resultados, es un muy buen primer paso para mejorar la gestión del trabajo, y comprender el enorme potencial de la gestión por proyectos.
La gran ventaja de gestionar por proyectos está en tener todo, o casi todo, bajo control; además de comprender con más claridad qué debemos tener en cuenta en un proyecto de innovación educativa o de transformación digital; desde la identificación de problemas, la generación de ideas de solución, hasta la selección de actividades o tareas, y su consiguiente verificación. De esa forma, por ejemplo, será difícil pensar que la transformación digital de una institución educativa se reduce a comprar dispositivos, o equipar aulas, o capacitar profesores en el uso de aplicaciones; que es una idea generalizada en educación, lamentablemente.
Cualquiera sea la motivación para implementar proyectos: innovar, mejorar, corregir, adaptar, aprovechar una oportunidad, etc.; la gestión profesional de los mismos ayudará a obtener soluciones satisfactorias, duraderas y alineadas con los objetivos de los stakeholders: los proyectos educativos no son la excepción; y el escenario actual, pospandemia, lleno de retos, es ideal para promover el cambio a través de proyectos.
¿Te atreves ha hacer la diferencia?
Si quieres saber más sobre cómo implementar la gestión por proyectos en tu institución educativa u organización, escríbeme a alberto@despuesdeclase.org.
¡Hasta la próxima!
¡Chau!
