La locura de la inteligencia artificial en educación
¿Miedo a lo desconocido, sensación de libertad, o ambos?
Escuchar personas hablando sobre inteligencia artificial (IA) en estos días resulta bastante común, debido a que esta tecnología, desde hace poco, la sentimos parte de nuestro día a día, gracias al boom de los sistemas de inteligencia artificial generativa, encabezados por Chat GPT (a pesar de que la IA está entre nosotros desde hace poco más de 50 años). La aparición de los famosos chatbots de IA generativa (Chat GPT, Microsoft Copilot, Google Bard, Midjourney, Dall-e, etc.) ha puesto sobre la mesa el tema de la IA, sobre el que podemos encontrar posiciones diametralmente opuestas: aquellos que quieren probarlo todo, y los que quieren bloquear esta tecnología; desde los más proactivos y entusiastas, hasta aquellos que imaginan a sus computadoras convertirse en una suerte de “Skynet” que dominará el mundo y acabará con los seres humanos (esto último es una exageración, evidentemente 😂)
Es curioso, pero cada vez que aparece una nueva tecnología se producen 2 reacciones opuestas: miedo a lo desconocido y sensación de libertad. Y esto es fácilmente comprobable. Analicemos lo que ocurre en educación:
Miedo a lo desconocido: En una gran cantidad de escuelas y universidades, han decidido bloquear Chat GPT; porque “los estudiantes no están haciendo sus trabajos, los está haciendo esta tecnología”. Me pregunto, ¿sabrán que ya existen decenas de sistemas de IA generativa, incluyendo chatbots similares a Chat GPT, disponibles en la web?, ¿sabrán que para 2024 una enorme cantidad de aplicaciones integrarán estos chatbots como parte de sus funciones?
Sensación de libertad: Ahora parece que podemos hacer todo, hasta volar, gracias a los sistemas de IA generativa 😂. Queremos usar todos, probarlo todo, hacer todo auxiliados por la inteligencia artificial; o dejarle todas las tareas creativas a la misma. Hay una sensación de que con la IA se resolvieron todos los problemas de la educación: los docentes ya no tendrán que diseñar sesiones ni evaluaciones; los estudiantes recibirán retroalimentación formativa, sin la intervención del maestro; bastará un comando para que la IA haga toda la labor del maestro. Hasta he podido escuchar a algunas personas decir que pronto prescindiremos de docentes en las escuelas.
Bueno, todas estas reacciones son muy humanas, lo sabemos. La pregunta es, ¿qué podemos visualizar en el horizonte?, ¿qué quedará después del hype natural de lo nuevo y desconocido?
He allí lo importante, y para poder ver ese horizonte, sin tratar de adivinar: hay que planificar 🧠.
La educación pospandemia nos dejó una gran lección: no podemos pensar que aprender a usar aplicaciones es suficiente para decir que hemos desarrollado competencias digitales; es necesario ir más allá; es necesario hablar en términos de tecnopedagogía.
Ahora, de lo que he podido observar en el ambiente educativo, parece que se están cometiendo los mismos errores del pasado. Pensar en integrar la IA a un proyecto educativo requiere de un proceso, no solo de aprender a usar aplicaciones; es necesario desarrollar competencias de inteligencia artificial en docentes, estudiantes y líderes educativos. Las aplicaciones pasarán, serán sustituidas por otras; la IA evolucionará; y lo único que nos preparará para ser ágiles y adaptarnos a los nuevos retos con esta tecnología, es la planificación y el desarrollo de competencias de IA.
En Perú y el resto de Sudamérica, estamos por cerrar un nuevo año escolar, viendo lo primero que nos ofrece la IA, ¿cómo empezará el 2024?, ¿qué nuevos retos y posibilidades nos dará esta tecnología?, ¿estamos preparados para el cambio o simplemente bloquearemos todo, dándole la espalda a la realidad tecnológica?
La pelota está en tu cancha…⚽️