EPISODIO 43: Cuatro claves para convertir el fracaso en parte del proceso de aprendizaje

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TRANSCRIPCIÓN:

En el episodio pasado de este podcast, conversamos con Isabel Dunin-Borkowski, acerca del enfoque STEAM en educación. Isabel puso mucho énfasis en un concepto muy importante que es el de aprovechar el error como parte importante en el proceso de aprendizaje; es más, hay una frase muy usada en inglés: embrace failure; que la hemos traducido, de forma literal, como “abrazar el error”; lo que va un poco más allá de solo aceptar el error; se trata de aprovecharlo para lograr objetivos. Y es ese el sentido que le daremos a este episodio; aprovechando la gran idea que nos dejó Isabel.

Este es un tema que me apasiona, del que hablo mucho en mis cursos y talleres sobre design thinking, que es además donde nace esta idea; ya que el design thinking propone un proceso iterativo en el que el error se ve como una oportunidad para mejorar.

Además, debido a que pasé la Semana Santa enyesado por una lesión muscular, aproveché para leer algunos artículos al respecto y me agradó mucho uno en particular, escrito por Sanjli Gidwaney, directora de la organización Design for Change en los Estados Unidos.

A pesar de que hablaré de niños o adolescentes, más adelante, esta idea de “abrazar el error” es aplicable en todos los niveles escolares, sin importar qué estrategia didáctica empleemos.

Bueno, sin más dilación, vamos a lo que vinimos: “4 claves para convertir el fracaso en parte importante del proceso de aprendizaje”.

 

1º CLAVE: EL FRACASO AYUDA A FORJAR EL CARÁCTER

El fracaso, o la ausencia de éxito, como dice la RAE, es duro y puede tener consecuencias graves en nuestra autoestima.

Creo que todos hemos visto situaciones en las que un niño falla al realizar una actividad y luego se molesta o se deprime, y es justo allí en que solemos intervenir los maestros para ayudar a nuestros estudiantes a salir de ese estado, empleando diversas estrategias conversacionales, de las cuales hablaremos en un episodio futuro, con un especialista, seguramente.

Pero, también somos conscientes de que, en algunas ocasiones, algún maestro podría cometer el terrible error de reforzar la errada autopercepción del estudiante, y provocar un daño inimaginable, conducente a lo que se conoce como “actitud de fracaso”; ese estado en el que las personas piensan que todo el mundo está en su contra y que no pueden hacer nada bien. Es por ello que la intervención docente oportuna y pertinente es crucial para que los estudiantes comprendan cómo afrontar el fracaso y se convierta en una oportunidad para mejorar.

Todos odiamos fracasar, pero somos conscientes de que es parte inherente de la vida; está en nosotros comprender, y hacerle comprender a los estudiantes que el fracaso supone un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para hacer, para aprender, para dejar de cometer los mismos errores.

Es importante que los niños sepan cómo afrontar esos momentos en los que fallan y darles herramientas para sobreponerse desde la mirada del fracaso como oportunidad.

 

2º CLAVE: NO FRACASA EL QUE NO INTENTA

Thomas Edison fracasó unas 6000 veces antes de inventar la bombilla o el foco de luz eléctrica. El periódico Kansas City, despidió a Walt Disney, pro su falta de imaginación; increíble, pero cierto. Michael Jordan falló 26 tiros de partido antes de convertirse en la leyenda del basketball mundial.

Dentro de las muchas posibles leyendas urbanas, hay una sobre Edison en la que se menciona lo que le respondió a sus discípulos, cuando le preguntaron por sus miles de fracasos, él respondió: ¿Fracasos? No sé de qué me hablan. En cada descubrimiento me enteré de un motivo por el cual una bombilla no funcionaba. Ahora ya sé miles de maneras sobre cómo no hacer una bombilla”.

En fin, el fracaso no será experimentado por quien no se atreve, por quien no intenta. Este es un gran mensaje para los estudiantes, para que pierdan el miedo al fracaso y comprendan que cada vez que fracasan están más cerca de la respuesta perfecta para un problema.

 

3º CLAVE: MIREMOS EL FRACASO DE ADENTRO HACIA AFUERA Y NO AL REVÉS

Es común es cuajar frases como: “¿Qué hubiera pasado si…?”, “Si esto hubiera sido diferentes, entonces…”

Esto quiere decir que muy a menudo solemos buscar las culpa en el exterior para justificar el fracaso; y esto está relacionado a lo mal que nos sentimos al fracasar; entonces preferimos culpar a terceros, a las circunstancias, a causas extrañas o incluso a la suerte. Pocas veces, las personas relacionamos el fracaso con nuestra determinación, esfuerzo, enfoque, habilidad, etc.

Si cambiamos esta mirada, y asumimos el fracaso como propio, al hacerlo nos veremos forzados a reflexionar sobre el efecto causado por nuestras propias acciones y decisiones en relación a los resultados obtenidos; esto implica hacerse cargo, hacerse responsable. Es duro, por supuesto que sí; pero este cambio de actitud ayuda a analizar con cuidado, a ser detallistas y a tomar las medidas correctivas necesarias para superar las dificultades.

Asumir el fracaso como propio, si lo es, evidentemente, ayuda a entender que todo cambio está bajo nuestro control.

Ahora, esto es algo que primero debemos interiorizar los maestros, como decía Isabel en el episodio anterior: “hablamos mucho de la importancia de “abrazar el fracaso” pero nosotros como docentes no lo aplicamos”.

No podemos transmitir algo en lo que no creemos, que no hemos interiorizado. El fracaso, en general, es una actitud, no define quienes somos.

 

4º CLAVE: EN LA VIDA REAL, LA MAYORÍA DE PROBLEMAS NO TIENEN UNA SOLA SOLUCIÓN

Este es quizás uno de los motivos principales por los que transmitir la idea de: fracaso como oportunidad para aprender o mejorar, nos cuesta tanto a los docentes; y les cuesta aún más aprender a los estudiantes.

Quiero poner como ejemplo los problemas que vivimos los adultos, en casa o en el mundo laboral. Casi siempre enfrentamos problemas para los que no contamos con toda la información necesaria o no sabemos si la respuesta a la que llegamos es la correcta; hacemos nuestro mayor esfuerzo por aproximarnos a la mejor respuesta.

La pregunta es, ¿estamos preparando a nuestros estudiantes para resolver ese tipo de problemas?, ¿para enfrentar ese tipo de situaciones?.

Si todas las situaciones problemáticas tienen respuesta única, ¿qué sentirán nuestros estudiantes cuando vivan en el mundo real y no encuentren ese tipo de problemas?, ¿qué sentirán cuando no tengan todos los datos a mano?.

Evidentemente, el resolver problemas es una habilidad que se forma con el tiempo; pero debemos ser conscientes no solo de qué estamos enseñando, sino también para qué lo hacemos.

Les hago una sugerencia: ¿qué les parece si la última situación problemática de alguna sesión la plantean como un caso?; un caso en el que los estudiantes deban indagar para completar la información que necesitan para resolverlo, en el que trabajen en equipo, que no tenga respuesta única, que su respuesta dependa del ángulo desde el cual se tome postura o se analice, y de los datos empleados para llegar a la respuesta, una situación problemática cuya respuesta los estudiantes deban justificar y defender.

¿Imaginan ese momento en el que cada equipo expone su respuesta y el por qué llegaron a esa conclusión?. Cuando todos escuchan los argumentos de los equipos, se produce una oportunidad inigualable para “abrazar el error”; comprender, además, que rara vez el error implica haber hecho todo mal, sino que una pequeña desviación podría llevarnos a cometerlo; pero que así como podemos desviarnos también podemos reenrumbar, retomar el camino.

La mediación del maestro se vuelve indispensable para analizar y hacer comprender todo lo importante que se aprende en una experiencia de aprendizaje de esta naturaleza.


En resumen, si decidimos creer que tenemos el control sobre nuestros fracasos, y que éstos constituyen un regalo que nos puede reconducir y ayudar a crecer, entonces el fracaso se vuelve parte importante del proceso de aprendizaje.

Como dijo Rabindranath Tagore: “Si cerramos la puerta a todos los errores, también la verdad quedará afuera”.

Bueno, espero que la información de este episodio les haya resultado útil.

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¡Hasta el próximo episodio!

¡Chau!


Alberto Grados Mitteenn

CEO de EdTech Latam | Podcast educativo: “Después de Clase Podcast” | Magister en Tecnología Educativa | Temas: innovación educativa, competencias digitales, ciudadanía digital, metodologías activas y podcasting.

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