3 Consejos para mejorar la aplicación del aprendizaje invertido
UN ENFOQUE PEDAGÓGICO CON CASI TANTOS FANÁTICOS COMO DETRACTORES.
El aprendizaje invertido es una de las estrategias didácticas más conocidas entre los maestros, pero a la vez, una de las señaladas como menos efectivas en términos de resultados de aprendizaje. Haciendo una búsqueda sencilla a través de Internet, encontraremos estudios y fundamento para dicha afirmación; sin embargo, en los mismos artículos no hallaremos los detalles de a qué le llaman “aprendizaje invertido”, o cómo interpretan los entrevistados este enfoque. Y es que, es muy común escuchar a personas que conocen muy poco sobre este enfoque pedagógico decir: “el aprendizaje invertido es enviar vídeos a casa, y luego hacer los ejercicios en la clase”, con lo que la labor del profesor queda sustituida por un recurso digital. Como dice Jonathan Bergmann, uno de los creadores del enfoque: “Si un maestro puede ser sustituido por un vídeo, pues que así sea”, en clara alusión a que eso jamás ocurrirá con un buen maestro.
En fin, si desean saber más sobre los mitos más comunes sobre el aprendizaje invertido, les invito a escuchar este episodio de mi podcast, donde hacemos un análisis a profundidad sobre los mismos:
Hoy no nos centraremos en lo que las personas creen sobre el aprendizaje invertido, o flipped learning, sino en qué podemos hacer para aplicarlo correctamente; así que aquí van los 3 consejos para mejorar la aplicación del aprendizaje invertido:
CONSEJO 1: INVESTIGA Y APRENDE SOBRE EL FLIPPED LEARNING
Es como solemos empezar cada vez que iniciamos la ruta de aprender algo nuevo, más aún si luego lo aplicaremos en el aula. Ya lo mencionamos en el artículo pasado, sobre ABP (“Cómo integrar el ABP en mi práctica educativa”), es importante saber bien antes de aplicar para no sumarnos a la lista de docentes que afirman que el flipped learning no funciona, sin darse cuenta que lo que aplican está muy lejos de lo que en realidad es el aprendizaje invertido.
Si tuviera que sugerirles leer al inicio, empezaría con estos 3 libros, en ese orden:
“Flipped Learning: Gateway to Student Engagement”, de Jonathan Bergmann y Aaron Sams, creadores del enfoque.
“The Flipped Classroom: Cómo convertir la escuela en un espacio de aprendizaje”, de Javier Tourón y Raúl Santiago, dos de los más grandes referentes del aprendizaje invertido, de habla hispana.
“Aprender al revés: Flipped learning 3.0 y metodologías activas en el aula”, de Jonathan Bergmann y Raúl Santiago
También es posible que encuentren cursos de formación en línea, lo malo es qué hay muchos que no se basan en las propuestas de los creadores del aprendizaje invertido; así que si buscan cursos, les sugeriría los que propone The Flipped Learning Global Initiative (FLGI) en su página web, página oficial del movimiento dirigido por los creadores del enfoque, con certificación y acreditación internacional; en inglés y español (en esta última tuve la fortuna de ser invitado para ser docente en el módulo 6, sobre Flipped Learning & ABP, junto a la reconocida especialista Araceli Calvo, en la certificación de nivel II).
También es posible encontrar algunos cursos ofrecidos por universidades, en diferentes lugares de la región; solo les sugeriría averiguar si los docentes que los ofrecen tienen alguna relación con la FLGI, poseen alguna certificación, o fundamentan su curso en el aprendizaje invertido 3.0 o no. Más vale prevenir…
CONSEJO 2: DIVERSIFICA EL TIPO DE RECURSO QUE TUS ALUMNOS EMPLEAN EN EL ESPACIO INDIVIDUAL
Si tenemos una idea, más o menos clara, de que en el aprendizaje invertido la sesión se divide en 2 momentos: el espacio individual y el espacio grupal; y que en el espacio individual se desarrollan las habilidades de pensamiento de orden inferior (recordar y comprender, según la taxonomía de Bloom revisada por Anderson); es ideal que, luego de lograr que los alumnos se interesen por el tema a tratar y que realicen un trabajo de indagación inicial, les compartamos información de calidad, acorde con el momento en que se encuentran dentro de la secuencia didáctica; es decir, algo que puedan comprender solos.
Este recurso no solo puede ser un vídeo, también podría ser un audio (si trabajas con podcasts, por ejemplo), una lectura, un póster, un choice board, etc.; lo que no debemos olvidar es que este recurso debe ser interactivo; de lo contrario no cumpliremos con una de las premisas básicas del aprendizaje invertido 3.0, relacionada al seguimiento y acompañamiento personalizado.
Los recursos digitales interactivos, correctamente diseñados, permiten conocer el desempeño de los estudiantes a nivel individual y grupal.
Entonces, en el espacio individual no solo son permitidos los vídeos, podemos echar mano a una larga variedad de recursos digitales educativos. Es solo cuestión de atreverse a diversificar y salir de la zona de confort.
CONSEJO 3: DISEÑA EL ESPACIO GRUPAL EMPLEANDO ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE COOPERATIVO
Esto implica que trabajar en grupo no se trata de: “listo chicos, ahora formen grupos de 4, vamos a trabajar en equipo”; no porque “equipo” y “grupo” no signifiquen lo mismo (odio esa discusión bizantina), sino porque el trabajo cooperativo requiere de un diseño. Hay que tener en cuenta:
Quiénes serán los miembros de cada equipo
Qué tamaño tendrán los equipo
Cuál será la estrategia distribución de los miembros
Cuáles serán los roles de los miembros del equipo
Cuál será la dinámica de trabajo en equipo que se acordará
Qué reglamento se debe respetar
Cuánto durarán los equipos antes de reorganizarlos
Cómo se distribuirán las sillas y carpetas en el aula
Cuál será el rol que asumirá el docente durante el trabajo en equipo
Por qué medio se asignará el trabajo a los miembros del equipo
Cómo se brindará asesoría a los equipos
Por qué medio se recolectarán los productos individuales, de parejas y de equipos
Cómo se brindará retroalimentación a los equipos
Qué productos, intermedios o finales, serán calificados
Cuáles serán los instrumentos de evaluación empleados
Cuál es el objetivo del trabajo en equipo
Como saben, la lista puede ser más larga aún; y eso no hace más difícil la tarea, solo hace que seamos conscientes de todo lo que debemos tener en cuenta. Cuando trabajemos en equipo en repetidas ocasiones, todos nuestros apuntes sobre aquello que debemos considerar en estos espacios quedarán en el olvido, porque el proceso se hará parte de nuestra práctica educativa.
No podemos abandonar a los estudiantes cuando trabajan en equipo, en esta construcción colectiva de saberes; debemos contar con un plan que nos permita guiarlos correctamente. Incluso, podríamos medir el desarrollo de “habilidades blandas” relacionadas al trabajo en equipo, tan necesarias en la vida adulta.
Ahora, lo más importante del aprendizaje invertido ocurre aquí, en el espacio grupal; es decir, si no se trabaja en equipo, no se está aplicando aprendizaje invertido; así de claro.
En resumen, diseñemos correctamente esta etapa (espacio grupal) en las sesiones en las que se emplea el enfoque de aprendizaje invertido, para poder lograr los objetivos planteados.
Me gustaría escribir más consejos, pero no quiero que el artículo sea demasiado largo y pocos quieran leerlo; así que me guardo los demás para una futura publicación.
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