3 Principios para actualizar los métodos de enseñanza

“No te gustaría que tu mecánico de coche hubiera aprendido a través de un audiolibro, ¿verdad?”

Julie Dirksen

El 2023 se ha presentado como un año interesante y retador para la educación, debido a lo que vivimos los últimos 3 años: dos de enseñanza remota de emergencia y uno de vuelta a la educación presencial, con todo lo que significó planificar la recuperación de aprendizajes, que seguro continuará su ejecución este año, pero ya se dieron los primeros pasos y seguro se irá mejorando poco a poco. El reto al que me refiero, es otro, relacionado también a lo vivido estos 3 años; algo que mencioné brevemente en un artículo pasado, en mi blog personal, (“La lección más importante que nos dejó el 2022 en educación”), y que espero poder detallar o ampliar un poco más hoy: las estrategias didácticas.

Y aquí no quiero entrar en detalles, ni discusiones bizantinas sobre los conceptos de metodología, enfoque, modelo, estrategia, técnica o práctica; seguro cada quién tiene una postura al respecto en función de los autores que usa de referencia; simplemente agruparé a todas y las llamaré estrategias didácticas; pero no me quedaré allí; porque es importante elegir entre aquellas que se fundamentan en la pedagogía activa; es decir, que se basan en 3 principios:

  • Learning by doing

  • Student agency

  • Personalización de la enseñanza

Bueno, es hora de hablar de los principios de las estrategias didácticas:


LEARNING BY DOING (APRENDER HACIENDO):

Se le considera en sí misma una metodología y su creador la describe así:

…es una filosofía de trabajo que parte del hecho comprobado de que la forma más eficiente de aprendizaje se hace posible mediante la experiencia, la acción, la vida, lo empírico, lo cotidiano, el entorno, la experimentación, la prueba y el error
— John Dewey

John Dewey, quien además de educador era un filósofo pragmático, propuso que la mejor forma de aprender es haciendo, hace más de 130 años; y su propuesta fundamenta en gran parte la adopción de las estrategias didácticas activas (también conocidas como metodologías activas o pedagogías emergentes), al mundo educativo, como el aprendizaje basado en proyectos, el design thinking, la gamificación, el mastery learning, el aprendizaje basado en problemas, entre otras.

El giro hacia una educación por competencias nos obliga a repensar la labor docente y la planificación; pues, para que un alumno demuestre que es competente tiene que hacer; y esa es una de las tareas más complejas para la educación actual: ¿Cómo puedo afirmar que mi alumno es competente si no le doy la oportunidad de demostrarlo (hacer con lo que sabe)? ¿Puedo afirmar que un alumno desarrolla competencias si su aprendizaje es observacional, casi al 100%? ¿Puedo asegurar que un alumno es competente si todas las evaluaciones que hago sobre su desempeño implican rellenar una hoja de papel?; en fin, el escenario es complicado.

Podríamos asumir como pregunta de partida: ¿cómo podemos lograr que nuestros estudiantes desarrollen competencias, en esas circunstancias?. A esto me refería al mencionar en el primer párrafo de este breve artículo “…interesante y retador…”; porque ahora nos toca mirar más allá de las ventajas de la enseñanza presencial o del potencial de la tecnología digital en educación; toca pensar en un modelo educativo que reúna todas las necesidades de nuestros estudiantes (empatía), lo que nos hemos comprometido a lograr con ellos (objetivos) y los recursos con los que contamos para ello (realidad). Las estrategias didácticas activas, que recurren al learning by doing, nos proporcionan las herramientas para lograr los objetivos propuestos; pero, hay que saberlas aplicar correctamente, para integrarlas al modelo educativo como un proyecto de innovación, paso a paso.


STUDENT AGENCY (AGENCIA ESTUDIANTIL):

Este es un concepto cuyo nombre quizás no tiene mucho sentido en español (¿agencia estudiantil?); pero que es muy bueno que todos conozcamos bien:

El concepto de agencia estudiantil […] se basa en el principio de que los estudiantes tienen la capacidad y la voluntad de influir positivamente en sus propias vidas y en el mundo que los rodea. La agencia del estudiante se define así como la capacidad de establecer una meta, reflexionar y actuar responsablemente para efectuar el cambio. Se trata de actuar en lugar de que se actúe sobre ellos; moldear en lugar de ser moldeado; y tomar decisiones y elecciones responsables en lugar de aceptar las determinadas por otros
— OCDE, 2019

Algunos lo confunden con el concepto con autonomía; y es que están relacionados, pero cuando un estudiante es “agente de su aprendizaje”, es decir, cuando juega un papel activo en decidir qué y cómo aprenderá, tiende a mostrar una mayor motivación por aprender y define sus objetivos de aprendizaje; lo que es bastante más ambicioso que la autonomía. Los estudiantes que desarrollan la “agencia estudiantil” tienen más probabilidades de haber “aprendido a aprender”, una habilidad invaluable que pueden usar a lo largo de sus vidas.

Pero, ¿qué hacer para lograr el desarrollo de la “agencia estudiantil”? En realidad hay varios caminos, y uno de ellos está inmerso en las estrategias didácticas activas. Por ejemplo, si aplicamos la metodología de design thinking en proyectos con nuestros estudiantes, y planificamos correctamente cada paso, les daremos la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades relacionadas a este concepto; y digo “nuevas”, porque los típicos proyectos en los que los estudiantes saben de antemano cuál será el producto final que deben realizar, o aquellos en los que los maestros son forzados a realizar de forma colegiada en periodos específicos del año (“proyectos integrados”); se terminan convirtiendo en una suerte de trabajos independientes, donde cada docente se preocupa porque los estudiantes realicen algún producto relacionado a su materia, perdiéndose la idea de “proyecto”, por más que la experiencia de aprendizaje reciba ese nombre.

En palabras que ya mencioné en algún episodio del podcast (“Después de Clase Podcast”), para integrar el aprendizaje basado en proyectos, por citar un ejemplo, se requiere de un proceso; no solo para que los maestros aprendan a enseñar a través de proyectos, que es una tarea compleja, más aún cuando los proyectos son integrados, sino también para que los estudiantes aprendan a aprender a través de proyectos; una forma de trabajo que rompe el status quo, que altera el orden natural de atención, silencio, levantar la mano en momentos tos específicos de la clase, sentarse en filas, copiar y reproducir. No es poca cosa, si se quiere hacer bien, si se quiere que los estudiantes aprendan y desarrollen competencias.

La “agencia estudiantil” es alcanzable, si se aplican correctamente las estrategias didácticas.


PERSONALIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA:

En palabras breves: enseñar con empatía; es decir, enseñar en función a la realidad y necesidades de los estudiantes. Cuando menciono este tema en alguna charla o asesoría, muchos maestros casi de inmediato empiezan a cuestionar las planificaciones que deben elaborar obligatoriamente al inicio de año; aquellas que se realizan, muchas veces, sin siquiera saber las características de los futuros estudiantes; y que se deben completar, incluso detallando qué actividades y recursos serán empleados en cada unidad de aprendizaje, sesión o lección. En algunas instituciones educativas en las que los maestros están en contra de esta práctica, algunos líderes educativos la justifican diciendo: “ No te preocupes, más adelante se pueden hacer cambios”. Yo me pregunto: ¿y el tiempo invertido (perdido)? ¿Qué otras cosas podríamos preparar al inicio de año que realmente sean útiles? Ojo, no estoy en contra de la planificación, todo lo contrario, estoy en contra de perder el tiempo; es decir, se puede diseñar una planificación flexible, que empiece con una estructura en la que no sea necesario que se especifiquen los detalles, debido a que estará en permanente construcción. ¡Basta de llenar papeles sin sentido en las instituciones educativas! El tiempo de los maestros es muy valioso, y podrían usarlo en preparar actividades, recursos, coordinar proyectos, compartir experiencias y buenas prácticas, proponer, aprender; en fin, hay tanto por hacer que resulta increíble como en algunos lugares se les obliga a llenar papeles solo porque es una forma de trabajo heredada, que no ha cambiado un ápice por décadas.

Mi crítica siempre será constructiva, y sé que este mensaje es más para los líderes educativos: todos debemos actualizar nuestras estrategias de trabajo; eso incluye también la forma en que se gestiona. La tecnología digital nos da muchas herramientas para simplificar y hacer más eficientes muchos procesos, incluyendo aquellos en los que están involucrados los maestros.

Con el tiempo restante, los maestros serán capaces de innovar, de aprender sobre estrategias didácticas activas, como el aprendizaje invertido, el aprendizaje basado en juegos, el método de casos, el design sprint, el aprendizaje cooperativo, y otras, como las que mencionamos anteriormente; así, podrán decidir cuál estrategia emplear en circunstancias específicas según las características de sus estudiantes, su forma de enseñanza, la coyuntura, el tema a abordar, las competencias a desarrollar, los contenido a aprender, etc. De eso se trata la personalización de la enseñanza, de elegir la estrategia didáctica adecuada con empatía, pensando en quiénes aprenden.


En resumen, se puede hacer un listado de estrategias didácticas según gustos o preferencias, lo importante es ser conscientes de todo lo que se logran con ellas si se implementan correctamente, además de todas las consideraciones aquí mencionadas y aquellas propias del desarrollo de proyectos de cada organización.

No debemos olvidar que una forma de conocer el impacto de la innovación es medir; y aquí quizás está una de las tareas más complicadas, porque para medir debemos tener claro qué variables son importantes para nosotros, qué variables se pueden medir con facilidad y cuáles requieren un análisis más profundo; solo así estaremos seguros que aquello que implementamos no solo es bonito “para la foto”, sino también genera un impacto positivo en la experiencia educativa de los estudiantes y los resultados de aprendizaje.

2023 es el año ideal para darle una oportunidad a las estrategias didácticas activas, lo que puede representar un gran reto; pero, los beneficios pueden ser enormes, se los garantizo.


Si deseas contratar algún servicio de EdTech Latam, relacionado a estrategias pedagógicas activas, escríbeme a alberto@despuesdeclase.org. Estaremos encantados de proponerles una solución apropiada a medida.

Recuerda que también puedes revisar nuestra oferta de cursos y talleres en alianza con la Universidad de Piura (UDEP) o con el Instituto de Informática de la Pontificia Universidad Católica del Perú (INFOPUC).

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¡Nos vemos!


Alberto Grados Mitteenn

CEO de EdTech Latam | Podcast educativo: “Después de Clase Podcast” | Magister en Tecnología Educativa | Temas: innovación educativa, integración tecnopedagógica, transformación digital.

https://bio.site/albertogradosm
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