Episodio 38: tres consejos para iniciar la transformación digital en los colegios
TRANSCRIPCIÓN:
Este es un episodio muy especial para mi, desde el que les quiero transmitir todo mi agradecimiento a los oyentes de este humilde espacio educativo.
Debo contarles que las estadísticas anuales de Spotify, que también las hemos recibido los creadores de contenido, están mucho más allá de lo que esperaba:
Nos escuchan en 13 países (En el top 5: Perú, España, EEUU, México y Argentina)
Después de Clase Podcast está dentro del 10% de los podcasts más compartidos a nivel mundial
El 44% de los oyentes son seguidores habituales (ese es un nivel muy alto de engagement)
Estamos dentro del 15% de los podcasts de educación más seguidos en el mundo
Los 5 episodios en vídeo que creamos en Spotify están dentro del 25% de los más vistos en el rubro educación
En fin, súper contento con la recepción de este podcast, que decidí relanzar en 2022. Gratamente sorprendido y con el gran compromiso de seguir creando contenido de calidad en 2023.
A los oyentes habituales de este espacio, y a los que se van sumando semana a semana: ¡GRACIAS!
Ahora sí, ¡Bienvenidos los auspiciadores en 2023!, JAJAJA. Siempre hay que pensar en positivo.
Bueno, a lo que vinimos hoy. El título de este episodio está relacionado con algunas experiencias recientes que he tenido en eventos y consultorías. Por si algunos no saben, yo dirijo una empresa llamada EdTech Latam, que brinda servicios a colegios y universidades relacionados a innovación educativa y transformación digital. En fin, se los comento porque en el último año hemos percibido que en las instituciones educativas hay una mayor preocupación por saber cómo integrar la tecnología digital en sus proyecto educativos; y aquí ya no hablo de adquirir tablets, laptops, chromebooks, pantallas interactivas, kits de robótica o impresoras 3D; solo para decir que se cuenta con dispositivos tecnológicos de última generación; o para poner fotos en la web para atraer más clientes, hablo de una preocupación genuina por contar con un plan de integración tecnológica; un plan que les permita definir un rumbo, trazar una ruta. Y debo decirles que justo aquí está el meollo del asunto: la mayoría de líderes educativos no tiene claro qué camino tomar.
Recientemente he tenido la oportunidad de participar en 3 eventos importantes, uno con la Universidad de Piura, al norte del Perú; el otro con el Tecnológico de Monterrey en Lima; y ayer con el Consorcio de Centros Educativos Católicos organizaciones con las que EdTech Latam tiene convenios de colaboración. Los 3 eventos fueron sobre los retos de la transformación digital en las instituciones educativas; y es justo debido a ello que pensé en dejarles algunas ideas en este episodio que pudieran ser útiles de cara al 2023.
A ver, ¿qué implica la transformación digital de una institución educativa?
Bien, en principio es importante comprender que la transformación digital no va de adquirir equipos, mejorar infraestructura o capacitar docentes; la transformación digital implica un cambio cultural; es decir se requiere de tiempo, de un plan a largo plazo, de un cambio en las prácticas y, sobre todo, en la mentalidad (el susodicho mindset).
Si no lo vemos así, lo cierto es que acabaremos gastando en software, hardware, infraestructura, formación y consultorías, sin ningún rumbo.
Les pongo un ejemplo: Seguro han visto u oído casos de instituciones educativas en las que se compraron proyectores o pantallas interactivas, de última generación, sin considerar que tienen un software muy difícil de manejar, que se gastarán decenas de horas de formación para crear actividades que durarán solo unos pocos minutos, que su software no actualiza con facilidad, que requieren de cuidados extremos, que la relación costo-utilidad no justifica la inversión, que no se adapta al modelo educativo de la institución, que su servicio técnico tiene un costo elevado, que si se malogra algún componente la reparación demora mucho porque no hay repuestos en el país, y así.
Ahora, no tengo nada en contra de las pantallas interactivas, ni de casi ningún dispositivo electrónico, lo que ocurre es que las compras de dispositivos deben estar alineadas a un plan, a necesidades, a objetivos pedagógicos. De lo contrario, seguiremos gastando un dineral en dispositivos que serán subutilizados, en la práctica, y que no suman un ápice al proyecto educativo; que solo son bonitos para la foto.
A ver, entonces, ¿en qué deberíamos preocuparnos, inicialmente, si en realidad deseamos lograr la transformación digital de nuestra institución educativa?
Aquí les voy a dar 3 consejos para dar los primeros pasos en la transformación digital de su institución educativa.
Si eres directivo, te servirán para reflexionar al respecto o usarlo como insumo, y si eres maestro, para tener mayor claridad en el tema y sugerir a los directivos cuando se aborde el tema. Bueno, al punto:
CONSEJO NÚMERO 1: NO PUEDES INICIAR UN PROYECTO SIN UN PLAN
Y cuando hablamos de plan, hablamos de orden, de etapas, de objetivos, de hitos, de logros, de indicadores, de seguimiento, de pilotos, de adaptaciones, de correcciones y de resultados.
Es muy común que en temas de transformación digital hayan actores, directamente involucrados, trabajando por separado.
Voy a poner un par de ejemplos: ¿Cuándo hablamos de transformación digital en las instituciones educativas, solemos pensar en incluir al personal administrativo y sus procesos laborales?
La verdad es que en la gran mayoría de casos, no. Casi siempre se considera que los únicos que deben ser capacitados son los profesores; y esa es una mirada reduccionista de lo que en realidad debe ser un proceso de transformación digital.
Otro caso: ¿Cuándo pensamos en adquirir hardware o software para la institución educativa involucramos a los maestros y alumnos en la decisión, o solo a los miembros del equipo de TI?
Esto es más común aún. Y lo más grave es que, en ocasiones, el equipo de TI está desconectado de la labor docente, son especialistas que toman decisiones sobre complementos tecnológicos al servicio pedagógico, pero están desconectados de las aulas.
Ahora, no estoy proponiendo cambiar organigramas o funciones; solo diseñar mejor los proyectos; de forma más profesional; que se entienda con claridad cuáles son los componentes del servicio educativo, quiénes son los stakeholders, cuál es su rol de cada uno dentro del proyecto.
Como mencionamos hace un momento, establecer objetivos, metas, hitos, hacer diagnósticos, contar con tableros de seguimiento, hacer benchmarks y pilotos, es indispensable para dar pasos seguros, sin perder orientación, y mejorando o replanteando cuando corresponde.
En temas de gestión de proyectos, hay que considerar: la gestión de tareas y prioridades, la gestión del tiempo, la gestión de los equipos de trabajo, la gestión de marketing, la gestión logística y la gestión financiera. Y es que un proyecto de transformación digital no es poca cosa, y afecta a toda la comunidad educativa; es por ello que su desarrollo requiere de visión de cambio y una gestión profesional.
CONSEJO NÚMERO 2: CONFORMA UN EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO
Una práctica común en los colegios es que cada vez que desarrollan algún proyecto relacionado a la tecnología digital, la persona a cargo es el responsable del área de Tecnologías de la Información, como lo mencionamos hace un momento. Ahora que no se entienda mal, el área de TI es fundamental en una institución educativa; el error está en que muchas decisiones relacionadas a la tecnología digital tienen que ver con las labores del día a día de otras áreas, incluso de los docentes; y no tiene mucho sentido, por ejemplo, que se decida por elegir una plataforma o un software educativo, sin contar con el valioso aporte de los maestros, por citar un ejemplo.
Si se quiere sacar adelante un proyecto de transformación digital, es muy importante que se conforme un equipo multidisciplinario, que cuente con algún representante de TI, es indispensable; pero que también cuente con docentes, con administrativos, con directivos; con personas que representen a los grupos de interés, a todos los que están conectados, de forma directa o indirecta, con las metas del proyecto. Incluso, en algunas ocasiones, estos equipos también podrían estar conformados por PPFF o estudiantes. Ahora, si eso no es posible; en los primeros pasos, cuando se empatiza con los stakeholders y se hace un recojo de información; allí se cuenta con una gran oportunidad de sumar los valiosos aportes de los PPFF y estudiantes, a partir de encuestas, focus group o entrevistas en profundidad.
Los equipo multidisciplinarios, además de permitirnos tener una visión más amplia de la situación, aportan mucho valor a las ideas de solución, y ayudan a tomar mejores decisiones en ese rumbo.
Ahora, usando tecnología digital y buenas herramientas de seguimiento del proyecto, los tiempos de reunión se reducen y se puede ser mucho más eficiente; es solo cuestión de elegir una buena combinación de aplicaciones.
CONSEJO NÚMERO 3: RECUERDA QUE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL ES UN PROCESO
Si mencionamos que la transformación digital implica un cambio cultural, debemos tener claro que la cultura de una comunidad no se modifica de la noche a la mañana, es un proceso de largo plazo. Es más, si está relacionado a la tecnología digital, quizás no termine nunca; pero, si los primeros pasos son bien dados, planificados; será como construir un edificio sobre una base sólida; el número de pisos que tenga, dependerá del esfuerzo inicial.
No vale de nada apresurarnos, pensando que la competencia ha comprado esto o aquello, y lo luce en sus RRSS; la transformación digital no implica un cambio en la forma, sino en el fondo, se trata incluso de una actualización del proyecto educativo.
Les pongo un ejemplo, de una situación que he vivido recientemente:
Si en un colegio se decide comprar laptops, tablets o chromebooks, y darle una a cada estudiante, para ser usada en el aula, con una conexión a Internet, estamos hablando de un modelo 1 a 1; es decir, cada alumno con su propio dispositivo.
Este modelo se está haciendo cada vez más popular en los colegios, debido a que es señal de innovación. Ahora, darle un dispositivo a cada estudiante implica inversión. en equipos, infraestructura, seguridad y formación. Se tiene que capacitar a docentes y estudiantes en el uso de los dispositivos y del software básico que opera en éstos.
Ahora, ¿nos estamos olvidando de algo?
Por supuesto que sí, nos olvidamos quizás de lo más importante: ¿se diseña igual una sesión en la que los estudiantes tienen un dispositivo personal que una en la que no?
Cuando esto no se considera, suele ocurrir que los maestros más proactivos o tecnológicos, se aventuran a usar los dispositivos en sus sesiones; pero los que no se sienten cómodos, los subutilizarán o, simplemente, no los usarán: "En mi clase, lápiz y papel nomás; la matemática no ha cambiado así que no es necesario sumar estas modas que solo distraen a los alumnos".
Entonces, estamos descuidando algo importante: la enseñanza.
Formar a los docentes para que cuenten con nuevas estrategias, nuevas metodologías, nuevos modelos instruccionales, que les permitan sentirse seguros en clase y aprovechar lo mejor de la tecnología digital, es indispensable.
Ahora, ¿los estudiantes están preparados para aprender bajo estas condiciones?
Los estudiantes no solo deben desarrollar habilidades digitales, también nuevos hábitos, nuevas formas de aprender, nuevas formas de interactuar; además de conocer cómo lograr un equilibro digital, cómo reaccionar frente a un caso de ciberacoso, cómo buscar información en Internet, cómo reconocer fuentes confiables.
En fin, no solo se trata de saber qué tecla apretar o que comando elegir para que el producto salga bonito, hay mucho más detrás que es importante.
Repito: LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL ES UN PROCESO; así hay que mirarla y hay que actuar en consecuencia.
Bueno, podría seguir hablando de este tema por mucho tiempo. Seguro lo volveremos a tocar en 2023, en alguna reflexión, como esta, o alguna entrevista.
Los invito a suscribirse al blog de Después de Clase, la URL no puede ser más fácil: despuesdeclase.org
En las vacaciones seguiré compartiendo por allí algunos artículos que seguro serán útiles de cara al inicio del nuevo año escolar.
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